SMLM'98
Lactancia
Materna:
La Mejor
Inversion
|
Semana Mundial de Lactancia
Materna - 1998
Costo de la decisión de no amamantar
Patricia Aguirre, Antropóloga
1. Introducción
El objetivo de este trabajo es apoyar la lactancia materna tomando el aspecto económico de la decisión, de tal manera que exploraremos el costo en pesos y centavos que tiene para familias de diferentes sectores de ingresos (que viven en el Area Metropolitana de Buenos Aires AMBA) la decisión de no amamantar durante el primer año de vida del niño.
Dado su enfoque estratégico aplicado a la unidad doméstica, conceptualmente este trabajo podría creerse basado en la Teoría de la Elección Racional y la Nueva Economía de la Familia que G.Becker adapta brillantemente, tomando postulados neoclásicos y aplicando conceptos económicos a las actividades domésticas como si los sujetos tomaran decisiones en contextos de mercado (o cuasi-mercados). Nada mas alejado de nuestro pensamiento, si bien es cierto que describiremos una tipología de consumo para familias en diferentes posiciones ocupacionales, este será nada mas que un ejercicio economicista y su objetivo es despejar esta variable como el primer paso para explorar la decisión de amamantar o no en un contexto sociocultural que a nuestro entender es el campo donde se fundan las decisiones familiares.
Sabemos que cuando una familia decide no amamantar pesan tanto factores económicos, como psicológicos y socio-culturales. Aunque consideramos que los factores económicos no son los mas importantes, sino un componente más, la evidencia empírica nos muestra que ninguna unidad familiar explícita los costos monetarios que traerá esa decisión, solo estima que podrá afrontarla o que el beneficio de no amamantar excederá el perjuicio económico, aunque sin duda todas las familias comprenden que los costos (aún considerando solo los insumos) serán tanto mas grandes cuanto menores sean los ingresos del grupo.
En este trabajo tomaremos en cuenta familias en diferentes posiciones socio-ocupacionales y calcularemos los gastos de compra de insumos como la leche, el combustible y las mamaderas junto al precio del tiempo materno dedicados a la preparación de la leche y la esterilización de los instrumentos, de manera de comparar el costo de la decisión de no amamantar como porcentaje de los ingresos de las mujeres y de los hogares.
Si bien exploraremos las consecuencias en términos costo-beneficio monetarios que trae para las familias la decisión de no amamantar, volvemos a insistir que estos argumentos son un componente más de la decisión, pero ya que tienen su peso comenzaremos nuestro aporte despejando estas variables para avanzar en estudios posteriores en los mas intrincados caminos de la decisión los cuales - siguiendo a Bourdieu- pensamos mas cercanos a marcadores de la estructura social que decisiones individuales o familiares.
2. Marco Teórico
Aunque lo que expondremos será un ejercicio economicista (y actual) se inscribe en un marco conceptual que ve en el fenómeno del abandono de la lactancia un proceso de estructura centenario, ligado a la dominación de los cuerpos (del cuerpo femenino en particular) y a la especial dinámica de reproducción de un tipo de sociedad industrial que ahora conoce sus fases finales.
Será a fines del siglo XIX y en la sociedades europeas donde la fuerza de trabajo masculina ya no solventará la demanda industrial y se incorporarán a los mercados de trabajo urbanos las mujeres y los niños rompiendo la - hasta ese entonces complementaria relación familiar entre los sexos: uno dedicado a la producción y el otro, las mujeres, a la reproducción de la vida.
Al ser demandadas como fuerza de trabajo asalariada en los cordones industriales de la Europa decimonónica la sociedad avanzará sobre el cuerpo "reproductivo" de la mujer despojándola de sus funciones (madre-esposa, maestra, cocinera, nodriza, etc.) y sustituyéndola por instituciones. Así como se legaliza que su función de madre-educadora pase a depender de instituciones (guarderías y escuelas) controladas no por la familias sino por el estado, de la misma manera en un movimiento de estructura (no de voluntad) la función nutricia de la madre-nodriza (la madre que alimenta con su propio cuerpo) pasará a ser desempeñada por la industria.
Con esto se completará un circuito de despojamiento de funciones tradicionales y roles estereotipados creados en una sociedad rural que desaparecía porque la sociedad urbana-industrial deparará para las mujeres otros roles (no menos estereotipados) ligados a la producción de mercancías. Este cambio de funciones no se hará sin conflictos, un ejemplo es que la histeria como cuadro clínico comienza a ser descripta en este tiempo. Y en el mismo tiempo la industria pondrá a punto las leches industriales.
El motivo: cambio de función femenina, el medio: las leches industriales, las consecuencias: alienación del propio cuerpo e internalización de mecanismos de control social institucional bajo la forma de medicalización .
Si bien hasta ese momento existían las amas de leche, ellas no hacían mas que sustituir una mujer por otra mujer en un movimiento de apropiación de los cuerpos de las mujeres de una clase por otra. A partir de la leche en polvo y su uso generalizado el cuerpo de la madre (de todas las clases sociales) será reemplazado no ya por otra mujer sino por la industria, en un doble movimiento de legalización del consumo: las "liberará" de su función nutricia, sustituyéndolas por una creación industrial, para integrarlas rápidamente después del parto como fuerza de trabajo.
Esta negación de los cuerpos (de la mujer y del hombre) no será propia de ese momento sino que había empezado doscientos años antes, a partir de entonces serán su energía puesta al servicio de la producción. Para el tema que nos ocupa, ésta integración de la mujer a la fuerza de trabajo urbana-industrial en el siglo pasado, necesitará de este vaciado de significación del cuerpo femenino como productora (en un siglo que solo producen las instituciones: la industria principalmente, pero también la ciencia organizada en laboratorios, y el arte como vanguardias).
Pero no podrá llevar este movimiento a los extremos porque no existe manera de que una sociedad se reproduzca (física y socialmente) sin mujeres .De manera que la función de producción de la mujer será desvalorizada, naturalizada, medicalizada, etc en una búsqueda de dominación de su función por excelencia y que en la sociedad urbana-industrial decimonónica "se piensa" que escapa a todo dominio: así las concepciones de "la mujer como naturaleza", el "instinto materno", "la intuición femenina" etc. expresan las creencias y los miedos de esta sociedad acerca del cuerpo, el saber y la creación femenina.
Para concretar esta dominación del cuerpo femenino, la sociedad desvalorizará su función de productoras de los productores en tanto actividad no regulada por las leyes del mercado, que se realiza en las sombras de una institución antigua (y pre-industrial) como es la familia, en el secreto mundo doméstico, donde se crean, se mantienen, se curan, y se reponen los hombres-mujeres-despojos de esa sociedad industrial que empezaba a extenderse a escala planetaria y cuyos paradigmas hemos tomado y vivimos todavía.
Y si bien ninguna sociedad puede - sin peligro de extinguirse - negar la reproducción, desvalorizará la procreación femenina al sacarla fuera de la "sociedad del trabajo", del salario (fueron arduas las luchas para lograr que el salario pagara la reproducción y no solo la energía a reponer) y del valor. Para estar dentro de la "sociedad del trabajo", la mujer debía ser un trabajador y como tal, el parámetro era masculino, la particularidad de la diferencia debía borrarse, ser una mujer vaciada de femineidad, tener rápido sus hijos y perder su función materna que quedará relegada a la reproducción fisica -que no podrá evitarse porque no hay sucedáneos industriales-. La reproducción social, en tanto, esta sociedad la imaginará lograda con la educación formal. Lamentablemente para este esquema, al mismo tiempo la medicina logrará algunos éxitos en la prolongación de la vida y las madres serán sustituídas por las abuelas volviendo al esquema de sustitución de mujer por mujer (esta vez con diferencias ya no sociales sino etáreas).
Dentro de esta tendencia de estructura hacia el vaciamiento del cuerpo femenino, la industria pondrá a punto primero la leche condensada (1848) y luego la leche en polvo (1880), con lo cual la función de alimentación natural de la mujer-madre-nodriza quedará relegada por una nueva desvalorización que convendrá a todos los sectores de poder dentro del agregado social: a los industriales del complejo lácteo que iniciarán un circuito de que llegará a mover fortunas, a la industria en general al bajar el tiempo pasivo de la mujer-madre-nodriza, al sistema médico que legalizará y normatizará el movimiento de sustitución aliándose con la industria de la alimentación y la salud .
Ante este esquema de ganancia, los perdedores, no tendrán voz (como, efectivamente, no tenían voz -en forma de voto- las mujeres en el mundo de los derechos civiles, ni los niños respecto de los derechos sociales). En este sistema los perdedores serán las mujeres que ceden sus pechos como fuente de valor, de alimentación y de placer y los bebes que perderán el vínculo, y la seguridad de la alimentación de sus madres en función de la medicina y del trabajo; en tanto que el último perdedor será el agregado familiar como lugar social de producción y reproducción que deberá redefinir sus funciones y sus saberes ante el avance de industriales, políticos y médicos, en aras de ideales de "productividad" y "salubridad".
Este esquema nacido a la luz de procesos de la sociedad industrial del siglo pasado se extendió y sigue operando aún hoy cuando las condiciones sociales y económicas que le dieron origen han cambiado. Si - como pensamos - la decisión de amamantar (o no) sostiene procesos de estructura, la recuperación del amamantamiento significa un cuestionamiento al sistema médico, al sistema agroindustrial, a las políticas públicas de un tipo de estado (el de la era industrial) y a un tipo de organización social: la "sociedad del trabajo" que están transitando sus últimos días. Tal vez porque estamos en transición hacia formaciones sociales, políticas, económicas y culturales diferentes (de las cuales la globalización es apenas un anticipo) pueda aparecer, como fenómeno social y cultural, el deseo, la necesidad y la racionalidad de recuperar la lactancia materna.
Hemos hecho esta breve exposición porque este trabajo explora desde este marco -y no como se podría suponer desde la Teoría de la Elección Racional- los costos de no amamantar para diferentes agregados familiares, aunque en los párrafos siguientes solo se contemplen precios y no procesos sociales volvemos a repetir que este es el primer paso para despejar la variable economicista en la decisión hogareña, para avanzar en el futuro sobre los condicionantes sociales de la elección.
3. Modelos de consumo
La Dra. Elvira Calvo y la Lic. Elsa Longo, Pediatra y Nutricionista respectivamente del Departamento de Nutrición de la Dirección de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud, en base a las necesidades del lactante y a su experiencia de trabajo, redujeron la inmensa variedad de posibilidades de preparación de mamaderas a dos modelos que contemplan el consumo del niño en el primer año de vida - cubierto con leche entera azucarada o fórmula- en cantidades suficientes para cubrir las ingestas dietéticas recomendadas y el peso promedio de los niños según trimestre de edad.
El MODELO 1 contempla la posibilidad que la mamá prepare mamaderas con leche entera, fluida, diluida, azucarada. Los que irá reduciendo a medida que el niño crece por la incorporación de alimentos semisólidos y sólidos a partir del sexto mes.
El MODELO 2 contempla la posibilidad que la madre prepare mamaderas utilizando leches maternizadas durante los primeros seis meses pasando luego a prepararlos con leche entera, fluida, azucarada a partir del sexto mes, momento de la introducción de otros alimentos distintos de la leche.
Los "otros alimentos" no se tomarán en cuenta para el cálculo de costos (en tanto si han sido tomados en cuenta al considerar la energía cubierta) ya que desde el punto de vista económico serán una constante en el presupuesto familiar porque se presentarán después del sexto mes tanto si un niño es amamantado como si consume leches artificiales.
Para ambos modelos se han tomado dos litros como la cantidad mínima de agua necesaria para la limpieza y hervido de cada mamadera, además se consideró una cantidad mínima de reemplazo de tres biberones y doce tetinas anuales, aunque sabemos que dicha cantidad fluctuará con el ingreso de la familia ,tomamos la menor cifra posible para estandarizar en un costo mínimo de amortización.
CUADRO No 1
MODELOS DE CONSUMO - CANTIDADES NECESARIAS
4. Costo de los insumos
Para calcular los gastos que tendrán las unidades familiares para mantener estos modelos de consumo tomamos diferentes fuentes.
- El precio de la leche fluida y azúcar provienen de la Estadística Mensual (julio 1995-96) del Indice de Precios al Consumidor de INDEC
- El precio del gas natural fue provisto por el Ente Regulador del Gas en tanto que el precio del gas envasado fue requerido a diez plantas y distribuidores del AMBA De las mismas fuentes provienen las estimaciones de poder calórico de ambos tipos de gas (9300cal/m3 y 22380 cal m3 respectivamente) los m3 necesarios para elevar la temperatura del litro de agua de los 15grados a la ebullición y el gasto promedio de las hornallas.
- El precio del agua de red con y sin servicio de cloacas se debe a Aguas Argentinas.
- Precio de biberones y tetinas es promedio de precios de 15 farmacias del AMBA y 5 Farmacias dependientes de Obras Sociales. Con estas fuentes se calcula el costo anual que resulta para ambos modelos como sigue.
CUADRO No 2 COSTO ANUAL DE LOS INSUMOS DE LOS DIFERENTES MODELOS DE CONSUMO DE LECHES ARTIFICIALES en $ corrientes julio 1995-1996
Nota: los cálculos de costos con utilización de gas natural están marcados con asterisco* Los costos varían enormemente de acuerdo a que se utilice gas natural o envasado. No se han calculado otro tipo de combustibles ya que por el carácter urbano del área, la utilización de leña es prácticamente nula, y si la utilizan las familias mas pobres no es porque la compren (que sería un gasto exorbitante) sino porque la recolectan. Sin embargo hemos desechado esta línea de trabajo porque mantener una recolección constante de materiales combustibles para sostener la preparación de biberones es prácticamente imposible. La evidencia empírica indica que las familias más pobres recurren al gas envasado no a la leña cuando no acceden a la red de gas por su ubicación en terrenos periféricos. Esto hace que cuanto más pobre sea una familia, más gaste en combustible.
Si quisiéramos relacionar el uso de estos modelos respecto al nivel de pobreza deberíamos basarnos en datos cualitativos, la experiencia indica que las familias pobres utilizan leche fluida y gas envasado con agua de perforación domiciliaria (con lo que hay que calcular el costo de la electricidad para bombearla) ascendiendo entonces el costo de los insumos para amamantar en el modelo 1 a 514,95$ (agosto 1996)
Las familias de los sectores medios en cambio, utilizarán el modelo 2, ya que sus ingresos les permiten pagar el precio de leches de fórmula, en tanto que por la ubicación geográfica de sus viviendas accederán a servicios de agua y gas natural con lo que el costo de los insumos será de 589,49 $ (agosto 1996).
Al comparar el precio de ambas formas de organizar el consumo observamos que poca diferencia existe entre los costos de los insumos para familias pobres y no pobres aunque aquellas utilicen leche fluida que resulta en el "dia-a-dia" mas barata, la diferencia se funda en el acceso a los servicios que resulta inversamente proporcional al ingreso, en este caso hemos valorizado el gas pero donde no llega la red de gas difícilmente llegue la red de agua. Esa misma diferencia es la que coloca a los hogares pobres no solo en desventaja económica sino en una situación de mayor riesgo frente a la decisión de no amamantar. Porque no solo tendrán mayor gasto al comprar y acarrear gas envasado sino también mayor riesgo al utilizar agua no controlada.
5. Costo de los insumos respecto del Ingreso Medio
Pasaremos ahora a proyectar el costo de los insumos de estos modelos de consumo que hemos construido, respecto a los Ingresos Medios de los Hogares del AMBA tal como son relevados por la Encuesta Permanente de Hogares de INDEC.
Como se observa en el CUADRO 3, cuanto mas pobre sea una familia mayor será su gasto en los insumos necesarios para suplantar la lactancia materna respecto de sus ingresos.
Los mas pobres (decil 1) si deciden suplantar la lactancia materna con leche fluída gastarán un porcentaje cercano al 25% de los ingresos totales del hogar. En cambio, si mantuviéramos las afirmaciones enunciadas mas arriba, respecto que los mas pobres tienen un acceso restringido a los servicios, si la misma familia quisiera optar por leche de fórmula con gas envasado (Modelo 2) gastaría el 43,34% de sus ingresos. Sin duda estas cifras explican por qué las unidades domésticas empobrecidas cuando optan por no amamantar eligen la leche fluida y solo utilizan fórmulas o leche en polvo cuando la obtienen gratuitamente.
Pero como a medida que los ingresos se incrementan, los servicios son mas accesibles, el costo de los insumos para suplantar la lactancia materna baja hasta ser el 1,30% de los ingresos en el decil mas acomodado utilizando fórmula y 0,47 si optaran por utilizar leche fluida con acceso a la red de gas.
6. Costo Oportunidad *
Sin embargo los costos de la decisión de no amamantar son mas importantes por el tiempo de la mujer que por los insumos. Como paso siguiente en nuestro desarrollo calcularemos el costo - oportunidad, es decir el tiempo de la mujer - madre dedicado a preparar biberones y a higienizar los utensillos. Este variará de acuerdo a la inserción de la familia - y de la mujer en particular- en la escala ocupacional, entonces para calcular el costo del tiempo materno consideraremos a las mujeres empleadas asalariadas en diferentes ocupaciones
Utilizaremos como fuente las Estadísticas de Coyuntura de FIEL julio-95 agosto 96. para relevar la remuneración bruta de 5 posiciones ocupacionales:
- el promedio general de obreras de planta en la industria manufacturera,
- textiles,
- administrativos de la industria,
- administrativos de la alimentación y
- profesionales en relación de dependencia.
* al hablar de costo oportunidad, la autora se refiere al tiempo perdido en la preparación de los biberones y no tiene en cuenta al tiempo dedicado a su administración, que podría ser comparable al dedicado a amamantar.
Todos los casos incluyen los pagos percibidos por incentivos, horas extras e ingresos complementarios, no incluyen en cambio asignaciones familiares. Una última categoría: servicio doméstico se incluyó de acuerdo al precio informal de la hora (5$ según el Sindicato de Trabajadoras Domésticas) calculando un trabajo de cuatro horas por día, cinco días por semana sin aporte social, hemos tomado, en fin, una trabajadora informal con trabajo precario e inestable.
Comenzaremos calculando el tiempo que demanda a una madre la preparación de biberones de acuerdo a los dos modelos que construimos. Las consultas con profesionales de la Dirección de Maternidad e Infancia nos llevaron a asignar un tiempo medio de cuatro minutos para la preparación de una mamadera con leche fluida y seis minutos una de fórmula, en tanto que la limpieza de los utensillos demandaría treinta minutos si se hirvieran juntos tres biberones
En el modelo 1 estos tiempos implican 462 horas al año lo que equivaldrá a 19,25 días con sus noches preparando biberones.
En el modelo 2 serán 501 horas al año equivalentes a 20,87 días con sus noches.
Calculando el salario horario de las madres en distintas ocupaciones observaremos que el tiempo de su vida dedicado a preparar mamaderas para las empleadas en servicio doméstico tiene un costo equivalente al 48,13% de sus ingresos, si optaron por prepararlos con leche fluida. En este cálculo obviamos el tiempo dedicado a la compra y acarreo del gas envasado, suponiendo ayuda familiar, si la misma madre se encargara de ese trabajo, el costo oportunidad sería equivalente al 49,38% de sus ingresos
En cambio si optaran por la utilización de leche de fórmula utilizando gas envasado que acarrearan ellas mismas el tiempo invertido en comprar y acarrear el gas, preparar los biberones y limpiarlos sería equivalente al 53,44% de su ingreso
Si son profesionales que optaron por utilizar fórmula los primeros seis meses y leche fluida el resto del año y cuentan -además- con servicio de gas natural, el costo de su tiempo dedicado a preparar y limpiar mamaderas será equivalente al 24,09% de su salario.
Lo cierto es que las madres ni cobran ni dejan de trabajar para preparar mamaderas.
El objetivo de este cálculo es revelar la cantidad y el costo del tiempo de trabajo dedicado a su preparación y limpieza, que nunca es tomado en cuenta y que puede verse ahora como un sobre - trabajo que tiene su tiempo de dedicación y su precio.
Quisimos mostrar la enorme cantidad de horas (entre 462 y 501) que se gastarán en preparando biberones y que podrían ser utilizadas en actividades más gratificantes como disfrutar con sus hijos, o simplemente dedicarlas a descansar (que es una demanda repetida sistemáticamente por las madres de hijos pequeños) La lactancia materna permite a estas madres liberarse de estas 500 horas de trabajo que representan para ellas una forma auto - impuesta de explotación (si es que ha tenido la oportunidad de elegir y esta tarea no se la sobre impone el sistema médico o la presión familiar induciendo su decisión).
Sin embargo esta velada forma de auto - explotación en la madre es tal y representa para una mujer tanto tiempo que si se lo pagaran (en valor equivalente a su trabajo asalariado), representaría un sobre sueldo que fluctúa entre un 25 y 50% adicional en sus ingresos.
7. Costo de la decisión de no amamantar
Por último resta combinar el costo de los insumos y el costo oportunidad, para madres de diferentes empleos que optaran por alimentar a sus hijos con leche fluida o fórmula y que presentaremos a continuación como porcentaje del salario de las mismas.
Como se observa las familias cuyas madres son trabajadoras en servicio doméstico si optan por no amamantar realizarán una inversión en bienes y tiempo que fluctúa entre el 50 y 70% de sus ingresos, dependiendo del acceso a los servicios, lo que les demandaría entre el 52,57% y el 59,12% de sus ingresos si optaran por reemplazar el pecho por leche fluída, y entre el 64,46% y 70,42% si optaran por utilizar leches de fórmula.
Estas trabajadoras, serán las mayores perjudicadas ya que para las categorías siguientes, obreras textiles, obreras promedio de la industria manufacturera, administrativas de planta, de la industria de la alimentación y profesionales en relación de dependencia, el costo de la decisión fluctuará entre el 23 y 30% .Es decir esta decisión perjudica mas a las mas pobres tanto por el costo de los insumos como por el costo oportunidad.
A medida nos elevamos en la escala salarial baja el impacto de los insumos y sube el costo del tiempo materno con lo que las cifras se estabilizan en una franja que va del 23 al 30% de los ingresos lo que siempre resulta una cifra respetable
8. Comentarios Finales
Hemos desarrollado el costo que tiene la decisión de una mujer de no dar pecho a su bebe, exclusivamente en términos de costo - beneficio monetario, restringido a los insumos y al tiempo materno. No tomamos los gastos médicos en episodios de infecciones que se acrecientan con la lactancia artificial, ni el costo de cientos de objetos acompañantes (fósforos, repasadores, amortización de ollas, cuando no aparatos específicos para la limpieza de biberones, chupetes, etc.).
Mostramos la incidencia que tendrán los insumos, aún si eligen las leches enteras fluidas mas baratas del mercado dentro del ingreso de los hogares, aclarando que los productos necesarios para suplantar la lactancia materna impactarán con más fuerza en el presupuesto de los mas pobres por el efecto combinado de sus menores ingresos y por el menor acceso a servicios de gas y agua.
En cambio a medida que aumenta el ingreso familiar y materno en particular los insumos irán descendiendo en su participación porcentual hasta ocupar el 0,47% de los ingresos de las profesionales pero - en cambio- será el costo del tiempo materno el que cimentará las pérdidas.
Repetimos que ninguna madre cobra ni deja su trabajo asalariado para preparar mamaderas, simplemente invierte su tiempo sin pensar en sus costos, ni su inversión en energía, solo sufre sus consecuencias racionalizando su cansancio como si perteneciera al proceso total de la crianza del niño y no al proceso específico del costo de la decisión de no amamantar. Aquí hemos demostrado que esas madres pasarán cerca de 500 horas preparando y limpiando biberones, y el costo en pesos de ese sobre - trabajo será tanto mayor cuanto menor sea el ingreso de esa familia siendo las mujeres mas pobres, las de menores ingresos, las mas perjudicadas porque el precio de no amamantar fluctuará entre el 43 y el 70% de sus ingresos.
Cuanto mayores los ingresos se reducirá el porcentual dedicado a los productos y crecerá el costo oportunidad concluyendo que el costo de la decisión nunca será menor al 23% del ingreso.
Existen muchas y muy válidas razones para no amamantar. Nuestro aporte ha sido analizar el costo monetario de ésta decisión tomando en cuenta sus insumos elementales. Pretendemos mostrar que - dado el costo que tiene- la decisión debe ser cuidadosamente evaluada porque acarreará para la madre 500 horas de sobretrabajo.
Insistimos es este es solo un componente, ninguna madre toma tal decisión SOLO por motivos económicos, pero nuestra intención fue mostrar su costo, la auto - explotación en que incurren en términos de la inversión de tiempo que deberá hacer la madre ADEMÁS de su trabajo habitual y la incidencia silenciosa que tendrá en la erosión de su energía y su presupuesto. Este costo de su tiempo de trabajo no se anulará si otra mujer la suplanta (en cuyo caso solo trocará parte de su tiempo por el tiempo de aquella) ©
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